Parajes como el propuesto en esta ruta, que recorre el Castañar de El Tiemblo, nos ayudan a recordar que estos bosques todavía existen, y que tienen una capacidad de sugerencia y evocación suficiente para imaginar el desarrollo de mil y una historias, a cual más fantástica y atrayente. En cualquier época del año es recomendable visitar el bosque, pero hay que reconocer que es en otoño cuando despliega toda su fuerza, especialmente por el contraste cromático de los castaños, algunos de ellos centenarios y de gran tamaño, con los sotos de robles, servales, acebos y pinos de la zona.